Lo primero, es que ambos serían muy feos, casi asquerosos, unos pecadores de la pradera muy tontos y sobre todo, muy de derechas.
Luego, pasaríamos a decir que queremos una separación nítida entre el Estado y la Iglesia.
Para finalizar, diríamos que ambos son unos chupacirios y que a ver si vamos dejándonos ya de gilipolleces, que hay que ver qué cansinos son estos de la derechona, de la derecha extrema que rezan. Que los curas recen eso vale (aunque no tengamos claro si lo hacen porque les gusta la pose o porque se creen lo que dicen), pero ¿los demás? Mucho menos si son representantes de países democráticos.
Me suscita este movimiento fínstrico-espiritista algunas preguntas: ¿cómo se casa esto con la laicidaz? ¿Será un acto público algo contrario a que la religión se quede en el ámbito privado? ¿O Zapatero puede rezar en público y los demás no?
Y la cuestión última, quizás la más importante: ¿qué dirá Enric Sopena de ver rezando al líder místico Zapatero en una conjunción pajiniano-planetario-universal con Obama?
Pero es que no nos damos cuenta de algo: es que Obama vino a traer "la esperanza y el cambio" y Zapatero vino con el talante, por la gloria de Obamarllll...
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