Según un comunicado divulgado el jueves por el Ministerio del Interior, el proselitista era un misionero estadounidense que pretendía difundir el credo evangélico y captar nuevos fieles entre un grupo de 14 marroquíes, compuesto principalmente de mujeres y niños.
El proselitismo de otras religiones está prohibido en Marruecos. Pero el Gobierno Zapatero seguirá diciendo esto: