El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon, expresó su indignación ante líderes africanos por el empleo de la violación sexual como un arma de guerra.
Ban señaló ante la cumbre de la Unión Africana (UA) que se lleva cabo en Etiopía que había decidido nombrar a un representante especial para intensificar los esfuerzos y poner fin a la violencia sexual contra las mujeres y los niños en áreas de conflicto.
La violación, sr. Ki-Moon, lleva siendo arma de guerra desde tiempo inmemorial, porque supone ir contra los más débiles del otro “bando”. Si ha tenido que esperar hasta ahora para recordárselo a los africanos, es que vamos muy mal. Por otra parte, más vale tarde que nunca, aunque no creo que sirva de mucho porque las autoridades africanas son las primeras que no las prestan atención. De ahí la impunidad.
Tampoco creo que nombrar “un representante especial” vaya a solucionar la cuestión: sobre todo porque primero debería solucionar el problema de los cascos azules que abusan y violan a menores en misiones humanitarias.
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