«La muerte el pasado 6 de enero de seis cristianos coptos y de un policía en Egipto, así como los ataques contra iglesias y lugares de culto en Malasia desde enero, representan graves atentados a los derechos humanos», afirma el comunicado remitido por la Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE).Impresionan los porcentajes. E impresiona aún más la poca publicidad que estas noticias tienen.
«La Unión Europea –añade- debe venir en ayuda de las minorías religiosas –incluídas las comunidades cristianas-, perseguidas hoy a través del mundo: del 75 al 85% de las persecuciones religiosas en el mundo afectan a los cristianos y, cada año, 170.000 cristianos pierden la vida a causa de su fe, mientras que el número total de fieles brutalmente perseguidos se cifra en 200 millones de personas».
Antecedentes: ¿Dónde está la condena esta violencia?