Norlll, finstros, ya no es un "
evento" (qué palabra más elegante de los elegantes de toda la vida) de carácter cristiano. Para Alberto Ruiz-Giménez Gallardón, el finstro al que más le gustan las zanjas a este lado del Oeste, es una
fiesta multicultural que simboliza la Alianza de Civilizaciones. Así que los reyes no vienen de Oriente si no del Magreb y no hay estrella si no un dragón chino. Por supuesto lo de adorar al Niño Dios, eso no tiene ningún sentido, además de que es de carcas. Estando el fistro pecadorlll (pero
muyyyy buenoooo) de Gallardón es preciso adorarle a él.
Sin embargo, nos queda un interrogante:
¿Gallardón ha pensado también en los niños como futuros votantes este año o por el contrario, ha pensado sólo en él -como hace todos los días-?
Porque no querrá que los niños queden con el recuerdo de que les quitó la cabalgata de Reyes y eso pueda afectar a sus futuras elecciones políticas, ¿verdad?