"Creí que esto no podía pasarme a mí. Soy muy joven". En su consulta, la dermatóloga Lola Bou escucha a menudo esta frase como respuesta a un diagnóstico de enfermedad de transmisión sexual (ETS).La frase de la finstrolescente es para enmarcarla. ¿Se creerán que la juventud es una especie de antibiótico contra las ETS? ¿Las clases de educación sexual les han servido para algo? Es más, ¿en estas clases se enseña algo sobre las ETS? ¿No sería mejor que un taller sobre la masturbación, otro sobre los peligros y las consecuencias de las enfermedades sexuales? Si hay que gastarse los 14.000 euros en algo...
Aún sin datos similares sobre la mesa, Bou confirma que en nuestro país también se ha producido un aumento significativo de los contagios en los últimos años.
"Se ha perdido el miedo que existió durante unos años. Hoy en día el sida ya no mata y eso ha influido mucho", señala.
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